FELIPE ABÁS ARANDA, FUE PINTOR MUNICIPAL DE
MADRID
Texto y fotografías: MARÍA TERESA AGUILÓ SANMARTÍN
(Miembro de Fijetespaña)
Que Calaceite es un precioso
pueblo de la provincia de Teruel lo sabemos los que hemos nacido en esa Villa,
los que viven en ella y los que la visitan. Pero lo que ignorábamos muchos, es
que entre los hijos de este pueblo sobresalió un pintor llamado FELIPE ABAS
ARANDA al que Don FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES hizo su discípulo y nombró
pintor del Ayuntamiento de Madrid.
Esta información me llegó por un
amigo de la infancia, Miguel Berenguer Gascón, al que quiere mucho nuestra
familia y que vive en un pueblo cercano al mío llamado Valjunquera, cuya
afición a la lectura le ha llevado a ser un estudioso de cuanto se relaciona
con el Bajo Aragón.
Para despertar mi curiosidad periodística, fue suficiente
esta información de Berenguer y, llevada de entusiasmo, escribí al actual
alcalde de Madrid para que me pusiera en contacto con la persona idónea y así
localizar datos y, en su caso, la
obra del artista, ya que fue pintor del Ayuntamiento de Madrid por designación
del propio Goya. Por indicación del alcalde Sr. Ruiz Gallardón, me contesto la
Concejal de Estudios y Programas informándome que daba traslado de mi carta a
la Concejal de Gobierno de las Artes del Ayuntamiento de Madrid y por
indicación de ésta, se me informo desde la Dirección de Patrimonio Cultural, que en las colecciones
municipales no hay constancia de ninguna obra de este autor, pero que
igualmente, trasladaban el tema al Museo Municipal para que fuera atendida mi
solicitud.
Consultando la enciclopedia
Espasa Calpe, confirmé parte de la información que Miguel Berenguer me facilitó
y pude leer que “ Abás (Felipe) nacido en Calaceite en 1.777 y muerto en Madrid
en 1.813, fue discípulo de Goya y dejó varios retratos de Carlos IV y de su
primera esposa. Fue pintor del
Ayuntamiento de Madrid”.
También en los programas de la exposición “Goya y lo goyesco
“, que se realizó en el Palacio del Torreón de Lozoya, en Segovia, en los meses
de Junio a Agosto del 2003, se habla y se reseña el nombre del calaceitano
Felipe Abás.
Como considero interesante, aunque sea insuficiente, la información
obtenida sobre este personaje que enaltece a nuestro pueblo, me ha parecido
oportuno ofrecerla seguidamente: En el año 1.777 nace en Calaceite el 30 de
Abril, Felipe Abás Aranda, y es
bautizado el 1 de Mayo. Es el tercero de los hijos del matrimonio que
contrajeron Manuel Abás y Francisca Aranda en 1.770. Ingresó como alumno, en la
Academia de San Luis de Zaragoza en 1.793 y recibe de esta Academia el primer
Premio de Primera Clase de Pintura y es reconocido posteriormente por la misma
como Académico Supernumerario. Continuó sus estudios en Madrid, bajo la
dirección de Don Francisco de Goya y optó en los años 1.802 y 1.805 a los Premios de la Academia de Bellas
Artes de San Fernando, aunque no los consiguió. De su obra, llegaron al Museo
Provincial de Zaragoza dos cuadros: “El Samaritano” y “ Jesucristo Resucitado”,
copias de dos obras de Goya”.
El Museo me confirma que sólo hay un retrato de Don Manuel del Castillo.
Pero hay una cuestión sin resolver:
Según el folleto de presentación de la exposición “Goya y lo goyesco”, “los discípulos y
colaboradores del Taller de Goya no se relacionan directamente con el trabajo
del maestro y tampoco se relacionan las obras que de ese Taller salen”. “La gran
demanda de retratos reales por parte de organismos oficiales y encargos
particulares, con motivo de la llegada al Trono de España de los reyes Carlos
IV y María Luisa de Parma, tuvieron necesariamente, que contar en el Taller de
Goya con colaboradores y
discípulos para reproducir tantas pinturas. Mas apenas se conocen obras de
éstos: Ascenio Juliá, Luis Gil Sanz, Felipe Abás Aranda, León Ortega, Dionisio
Gómez Coma, Rosario Weis...”. La enciclopedia Espasa coincide también en esa
opinión, cuando habla de Goya: “En 1789 pintó los primeros retratos de Carlos
IV y de su esposa. Difícil es que todos los que de estos reyes se atribuyen al
artista, sean realmente de su pincel”.
Por su parte en el Boletín de Historia y Geografía del Bajo Aragón, al tomo II, citando la “Galería Biográfica de Artistas Españoles del siglo XIX”, de Ossorio y Bernard, en su segunda edición ampliada ( Madrid 1883- 84), se apunta entre los trabajos del pintor calaceitano los retratos del Príncipe Fernando, después rey de España y de su primera esposa, dos autorretratos, y un óleo de una de sus hijas, varias miniaturas, dibujos y un boceto representando a Santa Orosia, cuyo cuadro iba destinado a la iglesia de Calaceite, pero que nunca terminó porque le sorprendió antes la muerte. Este proyecto lo concibió en honor de su abuela Orosia; de ahí la elección de la Santa. También se cita entre la obra de Abás, el Retablo de San José para una iglesia de Aragón, sin decir cual , y se habla de la colección que la familia conserva en la que figura un óleo del Papa San Gregorio.
En 1.813 Goya le otorgó el título
de pintor del Ayuntamiento de Madrid; pocos días después del nombramiento, Abás Aranda murió, cuando sólo contaba
36 años de edad.
El gusto artístico de Calaceite
no sólo ha tenido exponente en éste y en otros artistas habidos a lo largo de su historia. También llegaron
de otros lugares en diferentes épocas quienes ayudaron a la conservación del
rico patrimonio cultural y dejaron su
arte en la iglesia parroquial, tan admirada y envidiada en el Bajo
Aragón. Así leemos “en las cuentas
municipales de 1.637 las citas de algunos de los pintores que hacen referencia
al retablo del Altar Mayor como la de
Armingot, apodado “lo pintó“, por la visura que había hecho de la
pintura del retablo aludido, recibiendo por su trabajo 18 libras jaquesas, el 8
de agosto de 1.637. Y de Juan de
Asín, que en 1.658, se asoció al pintor flamenco Godofredo de Stanimola para
“trabajar al aceite el retablo de las Ánimas, que en
la Iglesia Parroquial de Calaceite le encargaron los Jurados de la Villa, conforme a la traza que se diseña
toscamente en la escritura del convenio”.
En esta escritura “se
especifican los asuntos de los compartimentos del Retablo y se exigen los
fondos o campos de azul fino o blanco y las entretalladuras doradas. El precio
de la obra asciende a 50 libras. No falta la acostumbrada reserva de hacer visurar o inspeccionar
la obra por pintor idóneo”.
Todas estas pinturas, incluido el
retablo del Altar Mayor, desaparecieron, y los bombardeos del año 1.936
destruyeron buena parte de la arciprestal iglesia pero no del todo la magnífica
fachada barroca que abre el Templo en tres puertas, todas ellas cuajadas de
clavos forjados en gran relieve. En la reconstrucción de la iglesia tuvo especial
empeño el Párroco Mosén Vicente Ortí Sebastiá, que consiguió su propósito con
apoyo eclesiástico, oficial y particular. Hay que destacar el hecho de que, en
Diciembre de 1941, Don Agustín Aguiló Segarra, entonces alcalde de la Villa ,
acordara hacer una contribución en metálico para la obra, y encabezara en el
Consistorio, una moción invitando a los vecinos a una contribución personal de
dos jornales o su equivalente en pesetas.
Hoy el Templo, tras su solemne consagración celebrada el 12
de Octubre de 1.948, sigue asombrando al visitante por su esplendor. También es
objeto de admiración el señorío de
los edificios que alinean las calles, circundan las Plazas, y se hacen notar en bellos balcones y arcadas.
“Calaceite”, “Kalat - zeit”, es
un pueblo que goza de reconocimiento histórico-artístico. Visitar Calaceite es
encontrarse con su pasado árabe engalanado con detalles venecianos que se
descubren en graciosos balcones. La fábrica de sus mejores edificios hace
surgir a Italia en el recuerdo. Por otro lado, la buena mesa justifica su inclusión en las mejores guías
gastronómicas de España.
No siendo historiadora, sino
periodista y amante de mi pueblo, he querido recoger estas notas dispersas
sobre Felipe Abás Aranda con el afán de dejar constancia de una de las figuras
notables de cuantas ha tenido la villa en que nací.