MIGUEL ANGEL GARCIA BRERA.
Presidente de la Asociación de Periodistas de Turismo FIJETESPAÑA.
En los primeros días de Febrero de 1.967
pensé que por fin la sierra de Mota del Cuervo iba a recuperar su paisaje
molinero, su tapiz de escena cervantina. El entusiasta Joaquín Piqueras había
bregado desde muchos años antes en el empeño con la creación de la Asociación
de Amigos de los Molinos y devanando una serie de iniciativas. En la fecha que
he citado se celebró en torno a las ruinas de los "gigantes" de Mota
la entrega de las llaves de uno de ellos a la embajada de Austria, con el
propósito de que esa nación lo reconstruyera dándole el nombre de Grillparzer.
Los actos oficiales, con asistencia de autoridades, tuvieron una parte
lúdico-gastronómica en la finca de Urbano Zarco con la matanza del cerdo del
que dieron buena cuenta los asistentes y, muy particularmente, la entonces
embajadora austriaca, Sra. de Hándenat, de cuyo saludable comer aún dan
testimonio muchos moteños. El "Diario de Cuenca" de aquella fecha
publicó un titular debido tal vez a la rapidez informativa, a la torpeza del
que lo redactó o, - y esto me parece lo más probable -, a la capacidad de los
periodistas de entonces para hacer critica indirecta o meterse con los de
arriba a base de críticas encubiertas para obviar, hasta 1.966, la censura y,
luego, las prohibiciones del famoso artículo 2 de la Ley de Prensa. Esta Ley
"Fraga", que, aunque abrió muchas posibilidades, no suponía una
libertad de expresión tan amplia como para tratar directamente a la autoridad
con epítetos molestos. He aquí aquel texto de hemeroteca: "Mota del
Cuervo.-Visita del embajador de Austria y el Delegado Nacional de
Juventudes.-Se acordó instituir la " Fiesta del Cerdo". Entre líneas
el periodista parecía haber querido añadir, antes del último sumario, algo así
como: " En honor de los mismos..."