Aurora Perez Miguel
Vicepresidenta FIJET España
Hay una leyenda que corre de boca en
boca por el altiplano: cuando el último Inca fue decapitado por los españoles
sus atribulados súbditos enterraron la cabeza en las profundidades de la
Pachamama (la Madre Tierra), en cuyo interior se está regenerando todo el
cuerpo poco a poco. Cuando éste se haya formado por completo, se abrirán las
entrañas de la tierra y el Gran Inca volverá de nuevo a regir los destinos de
su poderoso pueblo y expulsará a los invasores.