María Teresa Aguiló Sanmartín
Periodista FIJET España
Los picos
de las grandes moles Pirenaicas aún tenían un límpido manto de nieve que se iba
derritiendo en torrentes y cascadas magníficas señalando la llegada de la
primavera. El cableado de los arrastres y las sillas para el deporte del esquí,
ahora quietas, parecían añorar el calor de los deportistas que, horas antes,
aún disfrutaban del deporte blanco, que este año se alargó más.