domingo, 8 de julio de 2012

UN CALACEITANO EN EL TALLER DE GOYA


FELIPE ABÁS ARANDA, FUE PINTOR MUNICIPAL DE MADRID

 
                                                        
Texto y fotografías: MARÍA TERESA AGUILÓ SANMARTÍN
                                                                                  
(Miembro de Fijetespaña)





Que Calaceite es un precioso pueblo de la provincia de Teruel lo sabemos los que hemos nacido en esa Villa, los que viven en ella y los que la visitan. Pero lo que ignorábamos muchos, es que entre los hijos de este pueblo sobresalió un pintor llamado FELIPE ABAS ARANDA al que Don FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES hizo su discípulo y nombró pintor del Ayuntamiento de Madrid.

Esta información me llegó por un amigo de la infancia, Miguel Berenguer Gascón, al que quiere mucho nuestra familia y que vive en un pueblo cercano al mío llamado Valjunquera, cuya afición a la lectura le ha llevado a ser un estudioso de cuanto se relaciona con el Bajo Aragón.

Para despertar mi curiosidad periodística, fue suficiente esta información de Berenguer y, llevada de entusiasmo, escribí al actual alcalde de Madrid para que me pusiera en contacto con la persona idónea y así localizar datos y, en su caso,  la obra del artista, ya que fue pintor del Ayuntamiento de Madrid por designación del propio Goya. Por indicación del alcalde Sr. Ruiz Gallardón, me contesto la Concejal de Estudios y Programas informándome que daba traslado de mi carta a la Concejal de Gobierno de las Artes del Ayuntamiento de Madrid y por indicación de ésta, se me informo desde la  Dirección de Patrimonio Cultural, que en las colecciones municipales no hay constancia de ninguna obra de este autor, pero que igualmente, trasladaban el tema al Museo Municipal para que fuera atendida mi solicitud.

Consultando la enciclopedia Espasa Calpe, confirmé parte de la información que Miguel Berenguer me facilitó y pude leer que “ Abás (Felipe) nacido en Calaceite en 1.777 y muerto en Madrid en 1.813, fue discípulo de Goya y dejó varios retratos de Carlos IV y de su primera  esposa. Fue pintor del Ayuntamiento de Madrid”.

También en los programas de la exposición “Goya y lo goyesco “, que se realizó en el Palacio del Torreón de Lozoya, en Segovia, en los meses de Junio a Agosto del 2003, se habla y se reseña el nombre del calaceitano Felipe Abás.

Como considero interesante, aunque sea insuficiente, la información obtenida sobre este personaje que enaltece a nuestro pueblo, me ha parecido oportuno ofrecerla seguidamente: En el año 1.777 nace en Calaceite el 30 de Abril,  Felipe Abás Aranda, y es bautizado el 1 de Mayo. Es el tercero de los hijos del matrimonio que contrajeron Manuel Abás y Francisca Aranda en 1.770. Ingresó como alumno, en la Academia de San Luis de Zaragoza en 1.793 y recibe de esta Academia el primer Premio de Primera Clase de Pintura y es reconocido posteriormente por la misma como Académico Supernumerario. Continuó sus estudios en Madrid, bajo la dirección de Don Francisco de Goya y optó en los años 1.802 y 1.805  a los Premios de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, aunque no los consiguió. De su obra, llegaron al Museo Provincial de Zaragoza dos cuadros: “El Samaritano” y “ Jesucristo Resucitado”, copias de dos obras de Goya”.   El Museo me confirma que sólo hay un retrato de Don Manuel del Castillo.

Pero hay una cuestión sin resolver: Según el folleto de presentación de la exposición    “Goya y lo goyesco”, “los discípulos y colaboradores del Taller de Goya no se relacionan directamente con el trabajo del maestro y tampoco se relacionan las obras que de ese Taller salen”. “La gran demanda de retratos reales por parte de organismos oficiales y encargos particulares, con motivo de la llegada al Trono de España de los reyes Carlos IV y María Luisa de Parma, tuvieron necesariamente, que contar en el Taller de Goya con  colaboradores y discípulos para reproducir tantas pinturas. Mas apenas se conocen obras de éstos: Ascenio Juliá, Luis Gil Sanz, Felipe Abás Aranda, León Ortega, Dionisio Gómez Coma, Rosario Weis...”. La enciclopedia Espasa coincide también en esa opinión, cuando habla de Goya: “En 1789 pintó los primeros retratos de Carlos IV y de su esposa. Difícil es que todos los que de estos reyes se atribuyen al artista, sean realmente de su pincel”.

Por su parte en el  Boletín de Historia y Geografía del Bajo Aragón, al tomo II, citando  la “Galería Biográfica de Artistas Españoles del siglo XIX”, de Ossorio y Bernard, en su segunda edición ampliada ( Madrid 1883- 84), se apunta entre los trabajos del pintor calaceitano los retratos del Príncipe Fernando, después rey de España y de su primera esposa, dos autorretratos, y un óleo de una de sus hijas, varias miniaturas, dibujos y un boceto representando a Santa Orosia, cuyo cuadro iba destinado a la iglesia de Calaceite, pero que nunca  terminó porque le sorprendió antes la muerte. Este proyecto lo concibió en honor de su abuela Orosia; de ahí la elección de la Santa. También se cita entre la obra de Abás, el Retablo de San José para una iglesia de Aragón, sin decir cual , y se habla de la colección que la familia conserva en la que figura un óleo del Papa San Gregorio.

En 1.813 Goya le otorgó el título de pintor del Ayuntamiento de Madrid; pocos días después del nombramiento,  Abás Aranda murió, cuando sólo contaba 36 años de edad. 

El gusto artístico de Calaceite no sólo ha tenido exponente en éste y en otros  artistas habidos a lo largo de su historia. También llegaron de otros lugares en diferentes épocas quienes ayudaron a la conservación del rico patrimonio cultural y dejaron su  arte en la iglesia parroquial, tan admirada y envidiada en el Bajo Aragón. Así leemos  “en las cuentas municipales de 1.637 las citas de algunos de los pintores que hacen referencia al retablo del Altar Mayor como la de  Armingot, apodado “lo pintó“, por la visura que había hecho de la pintura del retablo aludido, recibiendo por su trabajo 18 libras jaquesas, el 8 de agosto de 1.637. Y de  Juan de Asín, que en 1.658, se asoció al pintor flamenco Godofredo de Stanimola para “trabajar  al  aceite el retablo de las Ánimas, que en la Iglesia Parroquial de Calaceite le encargaron  los Jurados de la Villa, conforme a la traza que se diseña toscamente en la escritura del convenio”.  En esta escritura  “se especifican los asuntos de los compartimentos del Retablo y se exigen los fondos o campos de azul fino o blanco y las entretalladuras doradas. El precio de la obra asciende a 50 libras. No falta la acostumbrada  reserva de hacer visurar o inspeccionar la obra por  pintor idóneo”.

Todas estas pinturas, incluido el retablo del Altar Mayor, desaparecieron, y los bombardeos del año 1.936 destruyeron buena parte de la arciprestal iglesia pero no del todo la magnífica fachada barroca que abre el Templo en tres puertas, todas ellas cuajadas de clavos forjados en gran relieve. En la reconstrucción de la iglesia tuvo especial empeño el Párroco Mosén Vicente Ortí Sebastiá, que consiguió su propósito con apoyo eclesiástico, oficial y particular. Hay que destacar el hecho de que, en Diciembre de 1941, Don Agustín Aguiló Segarra, entonces alcalde de la Villa , acordara hacer una contribución en metálico para la obra, y encabezara en el Consistorio, una moción invitando a los vecinos a una contribución personal de dos jornales o su equivalente en pesetas.

Hoy el Templo, tras  su solemne consagración celebrada el 12 de Octubre de 1.948, sigue asombrando al visitante por su esplendor. También es objeto de  admiración el señorío de los edificios que alinean las calles, circundan las Plazas, y se hacen notar en  bellos balcones y arcadas.

“Calaceite”, “Kalat - zeit”, es un pueblo que goza de reconocimiento histórico-artístico. Visitar Calaceite es encontrarse con su pasado árabe engalanado con detalles venecianos que se descubren en graciosos balcones. La fábrica de sus mejores edificios hace surgir a Italia en el recuerdo. Por otro lado,  la buena mesa justifica su inclusión en las mejores guías gastronómicas de España.

No siendo historiadora, sino periodista y amante de mi pueblo, he querido recoger estas notas dispersas sobre Felipe Abás Aranda con el afán de dejar constancia de una de las figuras notables de cuantas ha tenido la villa en que nací.

                                                                 

martes, 29 de mayo de 2012

Manaos, el pulmón del planeta


MIGUEL ÁNGEL GONZÁLEZ SUÁREZ
Federación Mundial de Periodistas y Escritores de Turismo


Acompáñeme en este viaje que no va a olvidar jamás; volaremos a América del Sur y nos adentraremos en uno de los países más espectaculares, el quinto en extensión, que de por sí solo, es como otro continente. Añadamos un cambio de hemisferio y por lo tanto, cuando en este lado disfrutamos de la época estival, allí gozaremos de un invierno tropical con una temperatura idílica. 

Quiero que conozcan una de mis ciudades predilectas rodeada de aguas de diferentes tonalidades, velocidades y temperaturas; de vegetación llamativa, colorida, frondosa, tupida y exuberante; de luces acrisoladas con miles de matices; de fauna cercana, respetuosa y salvaje, de indígenas únicos que se mimetizan y de cientos de niños que siempre sonríen y que juegan con serpientes, cocodrilos, perezosos, monos y delfines de río; todo esto en uno de los entornos más bellos del planeta. Les garantizo que van a ser seducidos por este espacio anclado en el corazón de la amazonía; ya que yo lo fui, y por ello meditadamente decidí que naciera mi hijo Adrián, en este paraíso terrenal.

Entremos en una de las urbes más importantes de Brasil, capital del estado de Amazonas, situada cerca de la confluencia del Río Negro con el Solimões donde se produce el singular "Encuentro de las Aguas" entre los dos colosos con flujos de diferentes colores y donde ambos intentan juntarse para ser aun más grandes, durante más de 6 km las aguas corren sin mezclarse; vivámoslo desde una barcaza y donde lo sentiremos y lo podremos acariciar. Les animo también a presenciar este espectáculo único sobrevolándolo en un hidroavión. Experimentará el verdadero edén, donde observará nenúfares gigantes y una selva tupida repleta de atracción, musicalidad y colorido. Irrigada y alimentada por miles de ríos serpenteantes.

Estamos en Manaos, en el corazón de la selva tropical más grande del mundo y a orillas de uno de los ríos más fascinantes que recorre el continente de oeste a este, desde las cumbres de los Andes en Perú hasta la costa atlántica del Brasil, con 6.800 km, siendo el más largo y caudaloso de este planeta. 

Fue fundada por portugueses en 1669, comenzó siendo un pequeño fuerte para proteger la parte norte de la colonia del Brasil. En las cercanías vivían varias tribus indígenas (Barés, Banibas, Passés y principalmente la de los Manaos, que influyó en el nombre de la ciudad). La traducción significa "Madre de Dios".

Esta ciudad a finales del siglo XVIII, viviría su máximo esplendor con la Fiebre del caucho y se la consideró una de las más prósperas del mundo. Este apogeo se dio entre los años 1890 y 1920; época en que gozaba de tecnologías que otras ciudades de Brasil aún no tenían, como tranvías eléctricos, avenidas construidas sobre pantanos, edificios imponentes y lujosos, como el Teatro Amazonas, también conocido como la Casa de la Opera; de arquitectura neoclásica que fue construido empleando ladrillos traídos de Europa, vitreaux de Francia y mármol de Italia. Compañías enteras de Teatro venían a actuar en plena jungla. El Gran Caruso y Sarah Bernhardt fueron algunos de sus más ilustres visitantes. Mencionar también el Palacio de Gobierno, el Mercado Municipal y el predio de la Aduana. Se la consideraba el París de los trópicos por sus derroches en lujos.

Es el lugar ideal para hacer expediciones, caminatas en la selva, observación nocturna de caimanes, pesca de pirañas y todo tipo de deportes acuáticos, todo esto y más en una naturaleza salvaje y ordenada. Pero Manaos y sus alrededores son vida en evolución. Adentrémonos por sus ríos, afluentes y riachuelos laberínticos, donde nacen los árboles en el agua oscura y sus hojas vuelven a beber del río, con miles de seres enormes y extraños que nadan a nuestro alrededor, donde las pirañas muestran su peculiar color, donde los cocodrilos descansan observándonos atentamente. Levantemos la mirada y saltaran a nuestro alrededor decenas de primates que vienen a comer en nuestras manos; a la vez posadas descansan cientos de aves cantarinas y las serpientes reptan por las ramas para cambiar sus corazas. Visitemos y convivamos con algunas tribus indígenas, armadas de lanzas, arcos y flechas para cazar. Participaremos de sus ancestrales rituales y danzas. Dejémonos que nos penetren los espíritus sabios y libres de la selva amazónica, respiremos profundamente el comienzo de la vida.



viernes, 18 de mayo de 2012

Un museo de arte, paciencia y ternura



Miguel Ángel García Brera 

Vicepresidente                           

FIJET
QUIENES me leen, conocen ya mi admiración por Rumanía, país de gran belleza y variedad, en el que aún se conservan tradiciones milenarias y una pasión por la artesanía olvidada en otras naciones europeas o, al menos, no ejercida como una actividad predominantemente creativa y artística, sino turística y comercial. 


Con motivo de mi último viaje a Bucarest, a Sibiu y a los Monasterios de la Bucovina, he tenido nueva ocasión de encontrarme con esa encantadora gente rumana, que te recibe como si fueras el rey venido a visitarles y se entusiasman por poder charlar con el que llega, bien sea por signos, o recurriendo al inglés y al francés -que muchos conocen-, o dejándose llevar por la intuición, cuando los interlocutores son españoles y tienen en común con el rumano palabras de hoy o enhebrados, en el ayer, al común tronco latino. 

Ya he escrito alguna vez que el mejor museo de la artesanía rumana, en su plenitud, podría ser el gigantesco Palacio del Parlamento, que levantaron, sobre las ruinas de calles y casas derribadas a propósito para ese fin, miles de rumanos dirigidos por la batuta de aquel hombre pequeño pero dictador en grande que se llamó Ceaucescu. En ese Palacio -de dimensiones absurdas por lo descomunales, de imposible uso pues sobra parte del espacio, con enormes salas de exagerado aforo, y de elevado gasto de sostenimiento-, las maderas, los mármoles, los estucos, las lámparas, los muebles, los suelos, las cortinas y cuanto el visitante encuentra a su paso por los inmensos pasillos, traen el recuerdo de tantos esfuerzos realizados por la mano de unos artesanos sin competidor en cuanto a la calidad de la manufactura y al afán de ascender desde la primorosa artesanía hasta el arte. 

Dicen que, casi "manu militari", Ceaucescu trajo a los mejores para edificar ese monumento dedicado a él mismo, ese atributo a su megalomanía. Pero, con ser evidente la vocación estética de cuantos tomaron parte en la obra, el que recorre el país puede comprobar en seguida que son muchos los rumanos que hoy podrían ser convocados para incrementar con su actual dedicación cualquier museo de la artesanía de ese país. 

Por haber conseguido convertir en arte lo que era primordialmente un trabajo artesano, por la ternura que me inspira su obra y por el modo con que la ofrece y promueve, quiero hoy recordar a Lucia Condrea, cuyo Museo Internacional del Huevo Decorado, no sólo es muy visitado en su emplazamiento (Comuna de Moldovita-Bucovina), sino que se desplaza en parte, de forma que es fácil encontrar algunas de sus piezas en muchas de las más importantes muestras mundiales, en cuyos viajes suma ya unas 80 exposiciones. En una de sus más recientes salidas al extranjero, su "Muzeul International Oualor Incondeiate, Lucia Condrea" ha viajado hasta Suiza y obtenido un nuevo resonante éxito por el interés de su arte. 

Lucia, que ejercita su arte en otros campos, es fundamentalmente especialista en huevos decorados, esos huevos, predominantemente de Pascua, que el propia Faberge, no ha dudado en tomar como un referente entre sus joyas. Lucía Condrea, podría ser como tantas otras mujeres rumanas, que uno puede ver en hileras compuestas de madres e hijas, de vecina y de amigas, charlando, sentadas sobre los campos anejos a sus viviendas, mientras no dejan ni un momento de adornar los huevos con vivos colores; pero ella ha dado un paso más y ha puesto la paciencia, que considera como fuente de vida, en el empeño de convertir la artesanía en arte mayor Y así lo ha conseguido, dejando sobre sus "lienzos" -los huevos de gallina- imaginativos o reales dibujos de flores y paisajes, abstractas reproducciones de encajes antiguos, copias de grandes pintores, círculos, encadenados en geometrías geniales, diminutas copias de toda suerte de animales reales o fantásticos surgidos en la fértil mente de la artista. Incluso la colección cuenta con huevos esculpidos, cuyos dibujos traspasan la cáscara, hechos a punzón, realización que particularmente considero casi milagrosa, dada su tremenda dificultad. 

En el Museo de Lucia Condrea, que lleva abierto 15 años, se ofrecen en cuidadas estanterías unos 1.200 objetos, en su mayor parte huevos decorados, juntos a algunas joyas, piedras preciosas o telas y objetos de interés. El Museo dispone de piezas de todo el mundo, en una de sus tres secciones, pero la más copiosa e importante de sus secciones es, sin duda, la que atesora el arte de su dueña, que incluso se ha convertido en maestra de tantos como, incluyendo turistas, particularmente japoneses, se acercan a ella deseosos de aprender una técnica difícil, que ha de iniciarse sobre huevos de cera, porque - y esto lo pienso yo - no habría suficientes aves en el mundo para poner tantos como supongo que romperían los principiantes. 





domingo, 29 de abril de 2012

Cesky Krumlov reducto de alquimistas


Miguel Angel González Suárez
FIJET SPAIN


Hemos salido de Praga que es el gran museo y mosaico de culturas al aire libre, conjugado con multitud de estilos que conviven en perfecta armonía. Nos dirigimos dirección sur, a una de las regiones más boscosas y bellas del país: Bohemia donde se levantaron las famosas fábricas de la bebida nacional, la cerveza y donde se formaron legendarios vidrieros. Tras 170 kms llegamos en un atardecer repleto de miles de rojos, a una bella, esotérica y romántica ciudad centroeuropea, reducto de artistas, bohemios, magos y alquimistas que está a tiro de piedra de Austria.



Por aquí discurría uno de los caminos comerciales más importantes del viejo continente, desde los países de los Alpes, pasando por Bohemia hasta Praga y finalizando en los Bálticos. Por ello, durante el siglo XIII nace este enclave estratégico, para controlar esta importante vía.




Nos apeamos en los exteriores de la ciudad y comenzamos a caminar, sorprendiéndonos, dejándonos llevar por sus callejuelas empedradas de estilo medieval. Entramos en ella. El tráfico está restringido, las maletas van en un carricoche eléctrico. La máquina del tiempo nos transporta en pocos minutos a la Edad Media. Dormiré los próximos dos días en un pequeño hotel boutique, a la orilla del caudaloso y, a la vez , silencioso río que corre sin parar a través de mi ventana y desde la que diviso el retrato al anochecer de una ciudad hechizada, llena de hermosura, repleta de embrujo y coqueta, que es el centro mundial del la alquimia. La rodea el seductor río Moldava y sus numerosos meandros. En los próximas jornadas me va a ofrecer una amplia propuesta histórica, cultural y natural. Así la recomienda National Geographic que la incluye entre los veinte lugares con más encanto del mundo, y no podía ser menos, tiene el máximo galardón como Patrimonio de la Humanidad.



Fue colonizada durante los siglos XI y XII y la familia que más influenció en su diseño, fueron los Rosenberg que llegaron en el siglo XIV y la transformaron durante 300 años; grandes viajeros y amantes de renacimiento Italiano la impregnan. Invitaron a los mejores arquitectos, pintores, escultores y alquimistas que preparaban ocultamente, los misteriosos "elixires de la vida"; todos ellos dejaron profundas señales. Derrocharon y generaron grandes deudas con la intención de crear un gran asentamiento que les llevó a tener que vender el castillo a los Habsburgo; luego llegarían los Eggenberg que la rociaron del barroco; aquí se encuentra el teatro barroco más importante del planeta. Los últimos antes del comunismo fueron los Schwarzenberg procedentes de Alemania.





Tejados de teja roja y pizarra, cúpulas panzudas del barroco predominante, la curva sinuosa del río Vltava que envuelve al pueblo en su meandro esotérico y la imponente presencia de la Torre Roja del Castillo fijan la estampa de la fábula. Atrapados por su porte que nos hace detenernos a cada instante y con más calma, descubrimos poco a poco los cientos de encantos: las fachadas decoradas con imaginativos diseños y pintadas de vivos colores, las acogedoras tabernas con olor a guisos y cerveza y sus museos.



La fundó hace siete siglos, Jindrich I, de la poderosa dinastía Rosenberg. Las diferentes familias a través de los tiempos dejaron su huella arquitectónica y artística en la fortaleza y palacio, en el que se combinan los estilos que atravesaron su historia y que hoy se reflejan en corredores, salas de espejos, salón de máscaras y en la torre más hermosa de Bohemia, la Torre Roja, que domina la ciudad. Su porte es renacentista, sus hornacinas y alféizares son simulados, y en su cima, entre pequeños torreones, se divisa la vista más espectacular de la ciudad: el meandro del Vlatava, las iglesias de San Vito y San Justo que triangulan mágicamente y el barrio de Latrán, el más antiguo de la urbe. La ciudad está llena de símbolos y mensajes escondidos en las esquinas, en las paredes pintadas, en las cornisas que dejaron los alquimistas a través de los tiempos.







Cesky Krumlov es la segunda ciudad más visitada de la República Checa, cuyo nombre significa el circulo de la comunicación con el algo más allá; seria imperdonable que no la viviera.








lunes, 9 de abril de 2012

Sighisoara la ciudad mágica de Transilvania

MIGUEL ÁNGEL GONZÁLEZ SUÁREZ
FIJET Spain







A la hora de iniciar la andadura para conocer algo de este espectacular planeta, quise antes saber más de mi país. Después, pude así llegar a una clara conclusión. Sin duda vivo en uno de los entornos más completos del mundo desde el punto de vista turístico. Cuando me sentí satisfecho del conocimiento adquirido decidí que ya podía rebasar las fronteras, y hace más de tres décadas que inicie mi primer viaje.

Fué el destino quien lo eligió; no sé cómo, ni porque, pero aterricé en Rumanía. Hace cuatro o cinco años volví de a Bucarest y pude en esa ocasión disfrutar de una gran temporada de ópera. Pero en 2011, el destino me hace recalar otra vez allí, con motivo de la celebración del Congreso Mundial de Periodistas de Turismo, representando a España. Pude saborear en esta ocasión, una prospera y cambiada nación, bajo el prisma que me permite establecer una opinión desde treinta años de distancia. Por ello le animo a conocer y bucear en las entrañas de este histórico y amable país. Puede hacerlo por su cuenta, le garantizo que no va a tener problemas de ninguna índole, al contrario, recibirá mucha ayuda y cariño de sus habitantes que son sin duda unos perfectos anfitriones; una vez llegue a su capital que es de visita obligada, el siguiente objetivo es dirigirse a disfrutar del misterio de una de las ciudades más emblemáticas de Europa.

Fué el destino quien lo eligió; no sé cómo, ni porque, pero aterricé en Rumanía. Hace cuatro o cinco años volví de a Bucarest y pude en esa ocasión disfrutar de una gran temporada de ópera. Pero en 2011, el destino me hace recalar otra vez allí, con motivo de la celebración del Congreso Mundial de Periodistas de Turismo, representando a España. Pude saborear en esta ocasión, una prospera y cambiada nación, bajo el prisma que me permite establecer una opinión desde treinta años de distancia. Por ello le animo a conocer y bucear en las entrañas de este histórico y amable país. Puede hacerlo por su cuenta, le garantizo que no va a tener problemas de ninguna índole, al contrario, recibirá mucha ayuda y cariño de sus habitantes que son sin duda unos perfectos anfitriones; una vez llegue a su capital que es de visita obligada, el siguiente objetivo es dirigirse a disfrutar del misterio de una de las ciudades más emblemáticas de Europa.


Su origen es sajón y fue fundada en el siglo XII. Durante dos siglos estuvo gobernada por gremios que propiciaron para ella riqueza y esplendor. Es también la patria del célebre, Vladimir Tepes (Vladimir el Empalador, inspirador de la leyenda de Drácula), personaje que nació en este emblemático lugar en 1431. Como consecuencia de los continuos ataques de los mongoles la ciudad comenzó a amurallarse en el siglo XIV. Cuenta con nueve torres de las catorce que tuvo originalmente.


La ciudadela tiene una hermosa plaza principal con elegante estilo centroeuropeo, que acoge en sus alrededores diferentes espacios monumentales. A pocos metros está la torre del reloj, que es, el símbolo de la ciudad, al tiempo de ser también la sede del Museo de Historia. A un lado está la Biserica Manastirei, iglesia construida en 1677 sobre un templo de siglo XIII. Cerca de la plaza se encuentra la casa de Drácula, donde vivió Vlad Dracul desde 1431 hasta 1435, éste, era hijo de Milcea el viejo, y padre del famoso Vlad Tepes El Empalador, el célebre Drácula, y legendario enemigo de los turcos. Justo enfrente se encuentra un exposición permanente del personaje.


 
Recórrala pausadamente y se encontrará siempre rodeado de bellos edificios de épocas renacentista o barroca, saboree un buen café en una de sus terrazas y disfrute de la placidez del lugar. Todos los caminos terminarán llevándole a la Scara Scolii, una misteriosa y larga escalera de madera cubierta, que más bien parece un túnel ascendente, que fue construido en 1642 y que tiene 177 escalones que le transportaran a lo más alto de la ciudad. Esta calle-escalera lleva el nombre de Liceul J.Haltrch, una prestigiosa escuela fundada en el siglo XVI, y en la parte más alta está la iglesia de la colina que fue construida en 1345.

Como habrán podido deducir esta es una de las ciudades monumentales más interesante de nuestra vieja Europa. Vaya a conocerla y disfrute de las buenas sensaciones que con seguridad le despertará. 

jueves, 1 de marzo de 2012

Viaje a Transilvania, el país de Drácula



Por Fernando Bofill Draper

Hacemos una vista rápida de Rumanía donde descubrimos Bucarest, las leyendas y mitos de Drácula, el castillo de Drácula, las actividades culturales y muchas otras ciudades. ¿Te apuntas?
Palacio del parlamento: Bucarest

De entre todos sus vecinos eslavos, en la Europa del Este, Rumanía muestra con orgullo su identidad latina anclada en su religiosidad, en sus tradiciones y costumbres, y hasta en aspectos tan esenciales de su cultura como el idioma. Rumanía está empeñada, ahora, en olvidar y, en la medida de lo posible, borrar su inmediato pasado comunista: más de 65 años de dominación soviética y, sobretodo, los últimos veinticinco bajo la férrea y cruel dictadura de Nicolae Ceausescu.

A partir del 1 de enero de 2007, Rumanía se convierte en miembro de la Unión Europea. Esta fecha marca una profunda inflexión en el desarrollo político, económico y social del país; ha sido la rampa de lanzamiento de unas expectativas de libertad y progreso que el futuro, aún con incertidumbres y no pocas dificultades, aguarda a los 22 millones y medio de rumanos, de los cuales unos 6 millones intentan salir adelante en otros países, cerca de un millón en España.

Las rutas que trazan la geografía turística de Rumanía presentan un continúo testimonio de las múltiples influencias y relaciones no sólo con sus vecinos eslavos sino también con la antigua Grecia, Turquía, Hungría, la Sajonia Alemana, el Imperio Austro-Húngaro y finalmente con la URSS. Sentimentalmente, los rumanos valoran de una manera especial su pasado dacio y la consiguiente dominación romana. La antigua Dacia, hoy Rumanía fue provincia del Imperio Romano durante más de siglo y medio, a partir del año 106 d.C.

La geografía y la historia, la leyenda y el mito junto al carácter abierto y cordial de los rumanos configuran un marco idóneo para el desarrollo del turismo en Rumanía en línea ascendente en el ranking de los países de Europa que más visitantes reciben.


Bucarest, la 'París del Este'
Andes Transalpinos (Montes Cárpatos)

La capital de Rumanía es Bucarest; situada en una amplia llanura entre los montes Cárpatos y el río Danubio, fue fundada por un pastor llamado Bucur unos 70 años a.C. A mediados del siglo XV, el príncipe Vlad Tepes la transformó en importante fortaleza militar.


En 1862 Bucarest se convirtió, gracias a su privilegiada situación en el centro de las principales rutas comerciales que atravesaban el país, en la capital de Rumanía. En las primeras décadas del siglo XX, Bucarest conoció su época de máximo esplendor. Se construyeron edificios neoclásicos, elegantes palacios de inspiración francesa, parques y jardines versallescos, hasta el punto que, a finales de los años 30 Bucarest era conocida en Europa como “la pequeña París” o la “París del Este”. Sorprende en Bucarest la mezcla anárquica de estilos arquitectónicos. De la era comunista sobresale el palacio del Parlamento, el segundo mayor edificio del mundo, auténtico monumento a la megalomanía de Nicolae Ceausescu, construido al más puro estilo soviético. La polémica rodea todavía hoy a este edificio, cuya construcción medio arruinó a Rumanía. A pesar de todo, por sus medidas descomunales y sus impresionantes salones, no hay más remedio que visitarlo. En él celebramos a finales de 2011, el Plenario del 53º Congreso Mundial de FIJET, la organización que reúne a escritores y periodistas de turismo de todos los países. Además del Parlamento los edificios más interesantes de Bucarest son el Ateneo, la sede de la Ópera con su famoso Museo, el Círculo Militar Nacional y el Arco del Triunfo, entre otros muchos.


Drácula, entre la leyenda y el mito
Príncipe Vlad Tepes, alias Conde Drácula


La región de Transilvania en el centro del país, rodeada por la cordillera de los Cárpatos, los llamados “Andes transalpinos” reúne los argumentos más sugestivos y determinantes para la captación del turismo internacional. Llegados a Transilvania hay que recorrer sus valles y montañas, sus frondosos bosques de hayas y abedules, envueltos entre brumas y espesas nieblas que pueden ensombrecer, aún más la sutil frontera entre la realidad de la historia y la permanencia del mito promovido por inquietantes leyendas. El mito de Drácula, el conde vampiro Vlad Dracul surge de su identificación con el sanguinario príncipe Vlad Tepes, el empalador nacido en 1431 en Sighisoara; Tepes heredó de su padre el título nobiliario de la caballeresca Orden del Dragón pero, en rumano, la otra acepción de “draco” es “demonio”. Esta es la que inmortalizó el autor irlandés Bram Stocker, en la más célebre de las novelas góticas de terror, “Drácula” en 1897. Desde entonces mientras el turismo se beneficia cada vez más de esta confusión literaria, en proporción inversa se diluye la relevancia de un gobernante histórico tan importante, a pesar de su crueldad, para la historia de Rumanía.


La cuna de Drácula


La ruta clásica de Transilvania pasa por sus tres grandes ciudades medievales de origen sajón: Sighiosara, Sibiu y Brasov. En Sighiosara, la cuna de Vlad Tepes, alias “Drácula”, la mayoría de las referencias históricas y culturales de interés turístico se encuentran en su casco antiguo, la Ciudadela, encaramada en un cerro desde el que se divisa un panorama espectacular. Con sus murallas del siglo XIV, la fortaleza-Ciudadela de Sighiosara forma parte del Patrimonia Mundial de la Unesco. Además del Festival Mundial de las Artes que se celebra todos los veranos la Ciudadela ofrece regularmente todo tipo de representaciones teatrales y musicales evocadoras de su historia y de sus leyendas medievales. La Torre del Reloj con sus 64 metros de altura es el edificio más importante de la Ciudadela; otra referencia histórica es la Casa de Drácula, donde nació el príncipe Vlad, en 1431. No se conserva nada de la antigua mansión que, actualmente, es un restaurante típico, en el centro de la Fortaleza. Es muy pintoresca “la escalera cubierta” con sus 172 escalones de madera; construida en 1642 es un auténtico paso subterráneo que permite el acceso a lo más alto de la colina donde se levanta un templo luterano, la Iglesia de la Colina, de estilo gótico y la mayor altura de la Ciudadela de Sighiosara.


Sibiu, Capital Europea de la Cultura 2007


Capital europea de la Cultura

Sibiu es la capital de las ciudades sajonas de Transilvania, la más activa culturalmente Capital Europea de la Cultura en 2077 y una de las más bellas ciudades de Rumanía.


Amurallada, toda ella empedrada, con una amplia zona peatonal única realmente impresionante, hay que visitar sus calles, sus iglesias y museos, contemplar sus Torres históricas, disfrutar de sus cafés y restaurantes, comprar en sus librerías y tiendas de artesanía y, sobre todo, envolverse en la atmósfera de esta ciudad mezcla de historia, cultura y encanto. Como punto de interés cultural cabe destacar el museo Brukenthal, situado en la plaza Mare, la más céntrica y característica de la ciudad.



El castillo de Drácula
Castillo de Bran


Más turística, en sentido cuantitativo, es Brasov fundada en el siglo XIII por los caballeros teutónicos; los sajones levantaron dentro de sus murallas sólidas construcciones de carácter religioso y civil. La Iglesia Negra es el edificio más emblemático de Brasov, situado al sur de la Plaza Sfatului, una de las más hermosas de Rumanía; en mitad de la Plaza está el espléndido edificio del Ayuntamiento, rematado por la Torre del Trompetista.

Los alrededores de Brasov, siempre con el telón de fondo de las montañas Tampa conforman una gran área salpicada de castillos medievales, iglesias sajonas, pistas de esquí y verdes valles. Entre los castillos célebres está el de Bran donde, nuevamente, nos encontramos con el mito de Drácula. Sin embargo, por mucho que los comerciantes locales vendan, y los turistas compren miles de camisetas con los dientes y corazones sangrantes, y otros souvenirs de dudoso gusto, el castillo de Bran nada tiene que ver con Drácula, es decir, con Vlad Tepes, el célebre gobernante rumano, que “festejaba” sus hazañas guerreras empalando a sus enemigos. Puede que su emplazamiento en lo alto de un risco, su aspecto lúgubre y sus desafiantes torres, todo ello unido a una visión poco rigurosa con la historia y más cercana al merchandising turístico ha contribuido a consolidar tan delirante leyenda.

Castillo de Peles (Sinaia)


Los sesenta metros de altura del castillo de Bran (foto derecha) con las montañas Bucegi de fondo y el valle a sus pies proclaman su valor defensivo y estratégico. Construido por los sajones en 1380 para defenderse de los turcos pasó, ya en 1920 a ser residencia de la reina María muy querida por los rumanos.

Para completar esta ruta transilvana es preciso detenerse en Sinaia, centro neurálgico del valle del Prahova. Este estrecho valle flanqueado por los montes Bucegi, cubiertos de bosques de abetos, es uno de los paisajes más bonitos de Rumanía, muy frecuentado por los amantes del senderismo, del ciclismo de montaña y de los deportes de invierno, sobre todo el esquí.

Cerca de Sinaia emerge la espectacular presencia del castillo de Peles (foto izquierda). Más que un castillo es un palacio cuyas esbeltas torres rematan una estructura exterior de estilo neorrenacentista alemán. El rey Carol I de Rumanía ordenó su construcción para convertirlo en su residencia de verano, pero las obras, que duraron 39 años, concluyeron apenas unos mese antes de la muerte del monarca en 1914. Actualmente se ha convertido en un museo de enorme interés cultural y artístico.

Aquí finalizamos este breve recorrido por la Transilvania más “marcada” por el mito de Drácula que, sin duda, ha contribuido a fomentar el interés turístico de esta región. Pero, al margen de la tergiversación histórica o, posiblemente debido a ella, el fenómeno del Conde Vampiro que se ha visto impulsado y potenciado por la literatura, el teatro, el cine, las artes plásticas y las series televisivas no deja de ser un ingrediente más, ni siquiera el más decisivo, en la imparable atracción que este sorprendente País ejerce sobre los viajeros de todo el mundo.

sábado, 4 de febrero de 2012

FIJET ESPAÑA INVITADA DEL EMBAJADOR DE BANHLADESH


Para celebrar la asistencia de Bangladesh por vez primera a la Feria Internacional de Turismo (FITUR), el embajador de ese país, Mr.Ikhtiar Zhowdhury quiso reunirse con la prensa especializada en turismo, eligiendo a FIJET ESPAÑA (Federación Mundial de Periodistas y Escritores de Turismo) a cuyo presidente, D. Miguel Angel García Brera le hizo llegar su propósito a través de la encargada de Relaciones Públicas de la embajada, Julieta Moro, quien curso invitaciones a varios colegas con domicilio en Madrid.


El encuentro se celebró el último dia de FITUR en la resdencia del embajador donde los periodistas fueron recibidos por el diplomático y su esposa, que les ofreció un coctel, mientras asistían a la presentación de un vídeo sobre el atractivo país, y tuvieron ocasión deconveresar con distinstos dirigentes del turismo de Bangladesh y empreasrios de la industria de los viajes.