La desaceleración que los expertos vislumbran en las economías alemana y británica para final de año perjudicará, y mucho, al turismo español en el cuarto trimestre, especialmente al tráfico de negocios, mayoritario en estos meses. A pesar de ello, y debido al “alentador” trimestre veraniego, en Exceltur han revaluado sus previsiones y estima que el PIB turístico cerrará 2011 con un incremento del 2,6%, que representa 2.806 millones de euros más.
Este porcentaje de subida supone casi multiplicar por cuatro la prevista tasa de crecimiento de la economía española, que el Gobierno fija entre un 0,7% y un 0,8%; mientras que esos 2.806 millones de euros se sumarán a los 108.000 millones generados por el sector en 2010.
De hecho, ese alza del 65% (1.835 millones de euros) se debe exclusivamente al flujo de turistas “prestados” de los países del Norte de África. Y es que, “si no se hubiera producido la primavera árabe, el PIB turístico se hubiera incrementado tan sólo un 0,9% a final de año”.
Incertidumbre
El comportamiento de los mercados europeos marca ahora la evolución del turismo español, provocando cierta inquietud entre el empresariado. Los subsectores más perjudicados serán la hotelería urbana y las compañías de transporte, cuyos precios sentirán la presión de la contracción económica de nuestros principales emisores si finalmente se produce.
Por el contrario, los grandes grupos de agencias de viajes vaticinan incrementos de ventas por el calendario de puentes de los próximos meses, favorable a las escapadas, aunque con un empeoramiento de los márgenes a causa de la debilidad de la demanda interna. Por su parte, los hoteles vacacionales de Canarias y los que han alargado la temporada en Baleares anticipan nuevos crecimientos de demanda y de beneficios, pero de menor intensidad que los del verano.